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domingo, 8 de agosto de 2010

Insomnio (parte 3)

- ¿entendido?




En ese momento me supe perdida, lo único que pude captar en mi cerebro fue que Saymus Trent me estaba dando una orden, y por más que quisiera rechazarla… jamás podría.



- Entendido – me oí decir en una parte muy alejada de mi mente, el soltó mis brazos, complacido y bajo las escaleras con una gran parsimonia y un paso majestuoso. Al pasar por un rayo de luna que se colaba por una de las grandes ventanas de la casa pude ver en su rostro una pequeña sonrisa, como si se sintiera satisfecho por algo, pero también pude ver en sus ojos de mercurio una sombra… como si supiera que está mal hacer lo que sea que me estuviera haciendo.



Entonces él se volteo justo con esa misma expresión y clavo sus ojos en los míos, y, durante ese pequeño segundo que duro nuestra conexión, supe que algo no andaba bien con Saymus Trent, que él tenía problemas, graves problemas… y si me acercaba mucho a él… yo terminaría enredada con ellos.



- Apresúrate, solo tenemos esta noche para llegar. – dijo el al ver que aun no me movía.



- ¿A dónde me llevas? – pregunte lo mas tranquilamente posible mientras mis piernas se movían inconscientemente. El me espero en el último escalón con una postura que me recordó a la aristocracia del siglo XIX. Un porte totalmente pulcro, piernas firmes y ligueramente separadas, casi en posición militar, manos enlazadas detrás de la espalda, no con rigidez, sino con comodidad, algo a lo que uno se acostumbra con el tiempo. Saymus extendió una mano hacia mí y yo la tome sin vacilar, el apoyo mi mano en la curva de su brazo, dio media vuelta y empezó a caminar hacia la puerta mientras acomodaba mi mano su antebrazo, tal cual lo había leído tantas veces en libros de épocas pasadas. El era muy musculoso, y llevaba una camiseta de mangas de seda, casi podía ver el encaje de sus puños blancos y oler su perfume masculino.



- Vamos a ver a Magnus, tu padre, Rey de las Sombras – me miro por un momento con un trozo de compasión – el ha ordenado que te lleve, sin importar como.



- Pues entonces vamos y terminemos esta farsa, mi padre murió en un accidente 3 días antes de que naciera, hace 16 años. – lo mire echando fuego por los ojos – y yo he visitado su tumba todo este tiempo, donde él fue enterrado por mi madre.



- Chica Tozuda – me miro con una sonrisa mientras abría la puerta – llamada y reconocida como Fate West. Nombrada Princesa de las Sombras desde tu nacimiento y anhelada criatura de tu padre. Bienvenida a Las Sombras.

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